no tengo ni patria ni Dios,
no tengo ni cuna ni sudario,
no tengo ni sombra de amor.
Hace tres días que no como
siquiera un pedazo de pan.
El poder de mis veinte años
se lo venderé al mejor postor.
Y si nadie quiere comprármelo
al diablo se lo venderé.
Robaré, puro el corazón,
y, si es preciso, mataré.
Seré atrapado y luego ahorcado.
La santa tierra me cubrirá
y a mi precioso corazón
yerba fatal le crecerá.
Traducido por Fayad Jamís
El mismo poema en versión de Alberto Bixio
No tengo Dios, no tengo rey
mi madre nunca usó anillo,
no tengo choza ni lugar donde morir,
no doy besos no tengo amante.
no doy besos no tengo amante.
Durante tres días mastiqué mi pulgar
por falta de un mendrugo de pan.
Aunque tengo veinte años y soy fuerte y sano,
mis veinte años están en venta
mis veinte años están en venta
Si nadie quiere comprarlos,
el demonio tiene derecho a hacer su oferta:
entonces, usando de mi sentido común,
robaré y mataré inocentemente.
Hasta que me cuelguen alto de una cuerda,
y yazga en la bendita tierra...,
Y crezcan venenosas hierbas
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